9 Hábitos que te ayudarán con la sequedad ocular
¿Sensación de pesadez, ardor, arenilla, enrojecimiento, sensibilidad o lagrimeo excesivo?
Definición de sequedad ocular
La sequedad ocular se produce cuando la producción de lágrima es insuficiente o la calidad de ésta es mala, que causa una lubricación deficiente o una evaporación excesiva de la lágrima.
Síntomas
Si crees que tienes alguno de estos síntomas mencionados a continuación quizá sufras de ojos secos. En ese caso consulta a tu óptico optometrista de confianza.
- Sensación de sequedad.
- Sensación irritante, arenosa.
- Quemazón.
- Picazón.
- Escozor.
- Lagrimeo copioso (ojos llorosos).
- Secreción mucosa.
- Irritación debido al viento o al humo.
- Secreción mucosa.
- Irritación debido al viento o al humo.
- Enrojecimiento.
- Cansancio ocular.
- Sensibilidad a la luz.
- Molestias con lentes de contacto.
- Sensibilidad a soluciones para lentes de contacto.
- Dolor.
- Infecciones de los párpados, orzuelos.
- Sensibilidad a las lágrimas artificiales.
- Adherencia de ambos párpados al despertarse.
Causas que pueden producir sequedad ocular
Las causas de la sequedad ocular pueden ser muy variadas y derivarse tanto de circunstancias internas como externas:
- Uso de lentes de contacto.
- Uso de pantallas como la televisión, ordenadores, tablets o teléfonos móviles.
- Uso de colirios con conservantes.
- Uso de fármacos sistémicos.
- El estrés y factores ambientales como la contaminación, baja iluminación, baja humedad, calefacción, viento…
- Envejecimiento o cambios hormonales.
- Deficiencia de vitaminas o mala alimentación.
Hábitos saludables
- Higiene diaria de los párpados.
- Uso frecuente de lágrimas artificiales sin conservantes.
- Forzar el parpadeo y/o realizar pausas periódicas si se usan pantallas como la televisión, ordenadores, tablets o teléfonos móviles.
- No exponerse a corrientes de aire y usar gafas de sol.
- Usar humificadores para evitar la sequedad ambiental.
- En la medida de lo posible, evitar la contaminación ambiental (espacios con polvo, humo de tabaco o agentes irritantes, como disolventes, lejía, amoniaco…).
- Beber abundante agua.
- Una alimentación rica en ácidos grasos omega3 y vitaminas favorece una mejor calidad de la lágrima.
- Dormir adecuadamente entre 6 y 8 horas diarias.